2.1.1. Establece un ambiente relacional afectivo entre alumnos y docente, y alumnos entre sí, que proporciona niveles elevados de respeto, confianza, solidaridad y aceptación.

Pautas de acción:

• Adopta un rol de liderazgo con autoridad en el curso.


• Es modelo identificatorio con su manera de hacer las cosas, en las actitudes y los valores.


• Se dirige a los alumnos de forma respetuosa tanto para reconocer su buen desempeño como para llamar la atención sobre conductas inadecuadas.


• Promueve el diálogo, la escucha atenta y el intercambio respetuoso, en un marco que propicie la libre expresión de los alumnos.


• Promueve el compañerismo, el respeto por el otro y la valoración de las diferencias entre los alumnos.


• Facilita la integración de todos los alumnos.


• Actúa como mediador en situaciones conflictivas que se presentan entre alumnos de su curso y/o con alumnos de otros cursos de la misma escuela u otras escuelas.


• Genera reflexión en el grupo de trabajo sobre dificultades y problemáticas vinculares que se presenten en el aula, convirtiendo el conflicto en una oportunidad de crecimiento individual y grupal.

2.1.3.  Establece normas de convivencia en el aula, las respeta y promueve su cumplimiento por parte de los alumnos para garantizar un ambiente organizado que favorezca el aprendizaje.

Pautas de acción:

• Elabora normas de convivencia, consistentes con las normas institucionales, que determinan los usos del tiempo, los usos y funciones del espacio áulico y las modalidades de participación y comunicación en el aula durante todo el año.


• Consensúa de manera fehaciente con los alumnos las normas de convivencia elaboradas.


• Logra que las normas de convivencia sean comprendidas y respetadas por los alumnos a lo largo del ciclo lectivo.


• Reconoce, valora y alienta el respeto de las normas por parte de los alumnos, en forma oral y/o escrita.


• Observa a los alumnos ante el incumplimiento de las normas establecidas, en forma oral y/o escrita.