Los temas desarrollados en las últimas semanas giraron en torno a la evaluación y distintos recursos que se pueden utilizar para que ella sea una herramienta más para mejorar el aprendizaje de los alumnos.
Aquí se presenta un recurso que puede servir también para que los alumnos aprendan más y mejor y los convoca a comprometerse profundamente con su propio aprendizaje. Ésta es la autoevaluación.
Al promover que los alumnos se autoevalúen perma nentemente, los docentes ayudarán a facilitar los procesos de reflexión y metacognición en ellos. De esa forma, ellos mismos estarán comprometidos con su aprendizaje, serán capaces de reconocer sus debilidades y en futuras ocasiones anticiparse a ellas y buscar mejores propuestas para mejorar así su rendimiento.
Eso también les permitirá salir de la postura de que es otro quien los evalúa de manera externa y les “pone una nota” que los califica, sino que ellos también pueden ser parte de esa “calificación” que en realidad representa cómo rindieron, las características de su desempeño.
Además de ello, al lograr que la autoevaluación se vuelva parte del proceso de evaluación que se realice en la escuela, los alumnos podrán también trasladar ese hábito a cualquier proceso de evaluación que se realice luego, en sus futuros estudios, ámbito de trabajo, etc. ¡Y algún día incluso reconocerán los efectos positivos de haber aprendido a autoevaluarse!
¿Podrías generar que tus alumnos se autoevalúen?
Es una simple pregunta para ver qué sucede…
Magdalena Cardoner
Lic. en Psicopedagogía y en Ciencias de la Educación (tesis restante de aprobación)
Asesora en la Dirección General de Planeamiento Educativo, GCABA
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