A nueve mil kilómetros de casa, en la bellísima ciudad de Chicago, todo es muy distinto,  y sin embargo, tan parecido. El "down town"  ostenta elegantes torres, que para esta fecha, se preparan para celebrar Halloween. Apenas más allá del centro, los barrios tienen casas de dos plantas, cada una con un jardín muy cuidado y decorado para la ocasión. Claro que también hay barrios más empobrecidos y menos seguros. Aquí las escuelas están muy alejadas unas de otras; son enormes, en su mayoría, con grandes patios exteriores y mucho verde. Las primarias abarcan desde prekinder o salas de 3 y 4 años hasta 8º año, todo ello bajo la órbita de la misma directora para, según me explicaron, asegurar la coherencia del curriculum. Los niños ingresan a las 8 hs y se retiran a las 15 hs y los docentes media hora antes y después que los alumnos.

Chicago es una ciudad cosmopolita; tal como en Buenos Aires, a cada paso hay evidencias de diversidad cultural: americanos, latinos, asiáticos, africanos, europeos, conviven y trabajan, enriqueciéndose. Esta característica se observa también en las escuelas, en las que para mi sorpresa el currículm es muy similar al nuestro. Se enseñan los mismos contenidos en los mismos grados que en Buenos Aires, se utilizan las mismas estrategia s metodológicas, aunque cuentan con una inmensa cantidad de recursos materiales como por ejemplo un retroproyector en cada salón, infinidad de material concreto, material de laboratorio y por supuesto una infraestructura adecuada, limpia y ordenada. En cada salón de clases, de aproximadamente 70 m², se inscriben hasta treinta niños a partir de preescolar y hasta veinte en salitas de 3 y 4 años. Se los provee de los materiales necesarios para estudiar pero, no se le entrega una computadora personal como en nuestra ciudad. No lo consideran necesario y no porque cada uno tenga una en su casa, sino porque cada escuela cuenta con una cantidad suficientes de laptops para que los estudiantes mayores trabajen en las distintas áreas y sólo cuando el maestro lo decide. Aquí les interesa mucho más que lean y que interpreten críticamente lo leído. Los profesores curriculares y maestras bibliotecarias trabajan en una sola escuela cumpliendo el mismo horario que los maestros de grado y si bien los maestros de música y educación física poseen espacios propios para su materia, los maestros de arte van a cada salón donde tienen destinado un sector para guardar sus materiales. Las escuelas primarias tampoco poseen laboratorios de ciencias. Las clases del área y las experiencias y trabajos empíricos que de ellas emanan se llevan a cabo en el salón de ciencias pues a partir de 4º grado cada maestro dicta solo un área.

Cada directora cuenta con la ayuda de dos secretarias, que se ocupan del trabajo administrativo y de dos vicedirectoras con las que comparte la tarea pedagógica. Aquí los maestros gozan de mucho prestigio social y están muy bien remunerados, siendo considerados profesionales de la educación y recibiendo además otros beneficios, como la exención  impositiva en la compra de todos los artículos que utilice para su labor,  incluyendo productos electrónicos. Todo ello hace que la docencia sea una de las profesiones más elegidas entre las mujeres. Quizás por ello nunca faltan suplentes. Cuando algún maestro necesita tomar un día o está enfermo ingresa la información en el sistema on line, este designa una suplente que se presenta al día siguiente en la escuela en el horario de entrada logrando se esta manera, que los alumnos no pierdan clases y que la escuela no se desorganice. Una vez por semana cada docente tiene una hora de capacitación después de clase con su grado paralelo y otra, con su ciclo además de un día a la semana destinado a planificar la semana siguiente y otro para evaluar a cada alumno individualmente. Todas estas capacitaciones están a cargo de los coordinadores de ciclo y la directora y se pagan extra.

La evaluación de los docentes está a cargo de la directora y se hace a través de observaciones de clase que son registradas en una crónica y luego comparadas con rúbricas predeterminadas que cada docente conoce y de cuya elaboración ha participado. La crónica con las rúbricas  y las evidencias emanadas de ella se ingresan al sistema on line para que el distrito pueda corroborar la evaluación recibida por cada maestro. Con posterioridad a la observación, se lleva a cabo una reunión  entre el docente y la directora para realizar el feedback de lo observado. Los docentes vivencian esta actividad como una instancia más de su práctica y se muestran motivados ante las devoluciones y capacitaciones. Es interesante también la labor realizada por los docentes de educación especial que también dependen de la directora y que atienden a los niños desde prekinder hasta 8º grado y, como en Buenos Aires retiran a los alumnos que atienden para trabajar fuera del salón a veces en la sala de maestros, otras en los pasillos.

Aquí como en casa, las escuelas públicas funcionan para todos, brindando a cada niño lo que necesita, apostando a la equidad y la inclusión y contando para ello con el compromiso de los docentes y claro está con el del estado, que se traduce en un importante financiamiento de la educación pública.

A nueve mil kilómetros de casa todo es tan parecido y tan distinto…

Maria Fabiana Roibal

Directora de la Escuela Primaria N° 24 del DE 12